Pos resulta que hace varios años, a alguien se le ocurrió poner glorietas por cuanta intersección nueva surgió acá en el PRIncipado de los Cocos... Algo así como lo que sucede hoy en día con las boyas y los semáforos, o más actualmente con el "Uno y Uno".
El chiste es que, en una de esas afamadas glorietas que no tienen razón de ser y representan más un riesgo que una mejora a la vialidad (digo, si cruzan dos avenidas, lo normal es poner un semáforo), a alguien se le ocurrió poner una escultura llamada "Figura Obscena", del artista José Luis Cuevas. Dicha figura semeja una mujer en posición de orinar tipo perrito, o caminando a gatas o que sé yo, nunca he sido muy afecto a la escultura. Total que en este rancho de tradiciones morales y criterios estrechos se hizo mucho escándalo por una figura de tal naturaleza justo en la entrada norte de la ciudad, hasta ahí llegó el asunto.
Años después, cuando el olvido o mejor dicho la costumbre habían dejado atrás la escandalizante figura de una gorda meando; al actual presidente municipal se le ocurre la grandiosa idea de quitar la glorieta, lo cual no es malo sino todo lo contrario dado que en realidad esa glorieta es un peligro para los automovilistas, además de entorpecer la vialidad de esa ruta... en fin.
Pos al Loncho, se le prende el foco, lo malo fue que a media luz porque el señor no hizo los trámites burocráticos adecuados... Así que todo mundo lo tomó como una tonta acción electorera.
¿El detalle? Nadie le explicó al Sr. José Luis Cuevas que el fin era quitar la glorieta, no censurar su escultura, así que el afamado escultor se lanzó a Colima a defender su mona, argumentando que es una represalia de Felipe Calderón y el PAN contra él por no apoyar la campaña. Igual y él sabe cosas que nosotros no, digo, tiene más de 50 años en la plástica y se ha codeado con mucha gente importante a nivel mundial. Igual y si es un asunto político o electorero, pero para el público: la glorieta estorba, necesita ser eliminada y la escultura reubicada y el Sr. Leoncio hizo las cosas por el camino fácil, se echó al gobierno estatal encima y a la opinión pública por un acto que se consideró "electorero", por una burrada retardó una mejora que gritaba ser puesta en marcha desde la colocación de esa glorieta.
Y al final:
1. Locho perdió puntos
2. La glorieta sigue ahí
3. La escultura se dañó (nunca me gustó de todas formas)
4. Al Sr. Cuevas nadie le explicó que no era nada contra él y se sintió aludido como pa venir a robar cámara.
Ni modo, habrá que esperar a que la costumbre apacigüe animos y algún otro que se interese por el bien del pueblo y sepa hacer las cosas bien la quite.
