Ahtle ©

sábado, agosto 05, 2006

Viajes en el Tiempo

Dicen que no se puede, que de hacerlo entraríamos en Universos Paralelos y que nunca más podríamos volver a nuestro tiempo y dimensión iniciales. Asuntos de física avanzada y ficción supongo...
Todos hemos viajado en el tiempo, ¿cómo? Al pasado por los recuerdos y al futuro cuando soñamos despiertos, cuando planeamos, cuando visualizamos como será nuestra vida, amistades, pareja, bienes...
Pues bien, últimamente se me dió por viajar al pasado; de hecho obtuve ayuda sin haberla requerido. ¿Empezamos?
Hace poco tiempo llevé a cabo un ritual un tanto extravagante de festejo, terminé por viajar a mi pueblo natal ('ta grande, pero sigue siendo pueblo) y recorrí mis calles, vi las casas en las que viví, mis escuelas, mi cine y de pronto se agolparon en mi cabeza cientos, miles de momentos, instantes, situaciones que viví en mis primeros 10 años de vida. Cosas que me marcaron y que cimentaron mi actuar y pensar actuales. Por cierto, gracias Nena...
La semana pasada una de mis hermanas (léase mejores amigas con quienes he vivido mucho), con una de las que hice el Internado, se casó. Lógico, vinieron unas amigas de Ags y los recuerdos no se hicieron esperar, momentos alegres, chuscos, escalofriantes, tristes y otros de plano deprimentes. Recordar ilusiones, decepciones, sueños y frustraciones; pero por arriba de todo un excelente año en uno de los mejores lugares en que he trabaja/vivido. Un tiempo donde mi vida subió, bajó, se puso de cabeza y de adentro hacia afuera, para después vomitarse a si misma y volverse a ajustar. Buen año...
Y para culminar, hace dos días una amiga tuvo su despedida del Servicio Social, ¿el detalle? Lo realizó en el mismo rancho que yo; así que a pesar del festejo me atreví a desaparecerme para saludar a los amigos, a quienes me acompañaron en un año de extraña soledad, a quienes me apoyaron, animaron y en momentos hasta me alimentaron. Un lugar y un momento donde finalmente me enfrenté al mundo, donde no puedo decir que lo vencí sino que reconocí que el mundo es mío y así como no hay límite para los sueños, tampoco lo hay para las metas.
A fin de cuentas, recordar es bueno. Nos hace darnos cuenta de dónde diantres salimos, de dónde sacamos ese gesto, frase o mirada que nos caracteriza, que nos hace ser quien somos. Y así como dicen que Recordar es Vivir, es importante no vivir en el recuerdo sino tenerlo en cuenta para nuestras metas. "Vive al día, pero tomando en cuenta el pasado... y de cara al futuro"...